Muchas veces nos ocurre al plantear una sesión de entrenamiento que realizamos una y otra vez los mismos ejercicios. Debido a que el voleibol es un deporte que requiere un gran dominio técnico para poder lograr una mínima continuidad en el juego, es necesaria la repetición de ejercicios básicos que pueden resultar monótonos. Sin embargo, existen opciones que nos permiten hacer variaciones sobre ese mismo trabajo fundamental que aportan un elemento innovador al entrenamiento y nos sacan de la rutina. 

Esta semana queremos hacer una propuesta muy sencilla de sesión de entrenamiento a través de un ejercicio que nos permite diferentes evoluciones y que nos da la posibilidad de realizar un trabajo técnico de control de balón al tiempo que se desarrolla la movilidad y los desplazamientos y la coordinación. Además, resulta un ejercicio entretenido para nuestros deportistas y supone un reto a nivel técnico para aquellos más inexpertos.

Este ejercicio lo hemos denominado «liberty drill», ya que el objetivo será que los jugadores, tras realizar las acciones técnicas correspondientes, atrapen el balón con un cono, con lo que acabarán en una posición bastante parecida a la de la Estatua de la Libertad.

Para comenzar, vamos a organizar a los jugadores en parejas, cada una de ellas con un balón y un cono y trabajaremos siempre con la red por medio. En la segunda parte, los organizaremos en tríos, igualmente con un balón y un cono para cada grupo.

Esta sesión de entrenamiento se puede plantear de manera competitiva entre los distintos grupos para aumentar la motivación. Podemos trabajar mediante un número de repeticiones totales o por tiempo (contando cada acierto) o por repeticiones positivas (para que los jugadores traten de ser los primeros en conseguir un número determinado de aciertos).

Ejercicio 1:

Para comenzar, situamos a un jugador a cada lado de la red. Uno será el sacador, que comenzará con el balón, y el compañero el receptor, que partirá en posición de recepción con el cono situado a su lado.

El sacador deberá dirigir el balón a su compañero (mediante un lanzamiento, un toque de dedos o un saque sencillo). El compañero deberá realizar una recepción y, tras la misma, agarrar el cono y lograr atrapar el balón antes de que caiga al suelo.

Ejercicio 2:

En este caso, realizamos el mismo ejercicio pero será el sacador el que tenga el cono a su lado. Tras la ejecución del saque, el jugador deberá agarrar el cono y correr hacia el campo contrario para atrapar la recepción de su compañero.
Esta variante obliga al receptor a dirigir el balón hacia delante y con una trayectoria bombeada para lograr que su compañero pueda atrapar.

Ejercicio 3:

En la siguiente evolución, volvemos a situar el cono junto al receptor. En esta variante introducimos un nuevo elemento técnico: la colocación. Tras el saque, el sacador se convertirá en colocador. El receptor, deberá atrapar el balón después de la colocación de su compañero.

Ejercicio 4:

Esta es la cuarta y última evolución del ejercicio en parejas. En este caso, el cono se sitúa en el centro del campo.

Una vez efectuado el saque, el jugador corre al campo contrario para convertirse en colocador. El receptor, tras dirigir el balón al compañero, deberá realizar un tercer toque nuevamente por encima de la red mediante una finta o un toque de dedos, dependiendo del nivel. Tras la colocación, el otro jugador deberá volver a pasar por debajo de la red, agarrando el cono, y su objetivo será atrapar con el mismo el balón fintado.

Ejercicio 5:

A continuación, situamos a los jugadores en grupos de tres. Uno será el sacador, otro el receptor y el tercero, con el cono, el colocador-objetivo.

El ejercicio consiste en realizar recepciones que el colocador deberá atrapar con el cono, pero siempre con éste situado por encima de la cabeza, como si se tratara de un toque de dedos.

Ejercicio 6:
La siguiente variante consiste en situar dos receptores, con un cono en medio de ambos. Tras un saque, uno de los jugadores deberá realizar la recepción, mientras que su compañero se convertirá en el colocador, tratando de atrapar el balón con el cono por encima de la cabeza.

Ejercicio 7:

En esta última variante el jugador con cono se sitúa en zona de saque mientras sus dos compañeros se colocan en el campo contrario.

El sacador, tras ejecutar el servicio debe agarrar el cono y desplazarse hacia el interior del campo para convertirse en objetivo. Los compañeros deberán realizar tres toques y dirigir el balón posteriormente hacia él.

En este caso, podemos incrementar la dificultad y trabajar la visualización del campo contrario y la precisión obligando a los jugadores a dirigir el tercer toque a una zona determinada.