Aclimatación previa a la competición en voley playa. Nuestra experiencia en los Games of the Small States of Europe

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Hola de nuevo a todos. Esta semana hacemos una breve entrada para contaros nuestra experiencia en San Marino, en los Juegos de los Pequeños Estados de Europa, donde competimos con la selección islandesa masculina y femenina de voley playa.

Pero además de hablar de nuestra participación en este evento, os hablaremos de un aspecto fundamental en la competición en voley playa: la aclimatación.

Esta experiencia, una más en una temporada realmente intensa, la hemos disfrutado enormente. No sólo por la posibilidad de dirigir nuevamente a una de las selecciones de Islandia, sino porque el ambiente en este tipo de competición multideportiva es extraordinaria, como unos «pequeños» juegos Olímpicos para países europeos con menos de un millón de habitantes. Este tipo de evento está organizado por los Comités Olímpicos de los diferentes países participantes y con la supervisión del COI.

Periodo preparatorio

Unos de los aspectos de los que queremos hablar en este post está relacionado con el trabajo realizado con nuestros equipos para preparar la competición.

En primer lugar, hay que decir que, en Islandia, un país con clima polar y en el que no existe un centro de entrenamiento de voley playa con pista cubierta, resulta bastante complicada la preparación para este deporte. Por esta razón, la mayoría de los deportistas sólo practican esta modalidad durante el verano, una vez que finaliza la temporada de voleibol indoor y que el tiempo es un poco más suave. Debido a estas razones, la selección del equipo fue realmente tardía y el periodo de entrenamiento previo al campeonato muy breve.

Voley playa (5)

El objetivo que planteamos para el equipo era el desarrollo de estos jugadores para un futuro, por lo que decidimos basarnos en una selección muy joven y con proyección (especialmente en la categoría femenina, con jugadoras de 15 y 17 años), buscando una apuesta de futuro antes que resultados parciales y siendo conscientes en la búsqueda de objetivos a largo plazo para poder asentar y convencer a nuestros jugadores del potencial del voley playa.

 

Sin embargo, el tema sobre el que queremos hablar en esta entrada es el tema de la adaptación a las condiciones climáticas. Aunque es posible que nuestro caso sea excepcional, como consecuencia del clima de Islandia, con temperaturas inferiores a 10 grados, lluvia o incluso nieve durante el verano; este tema es fundamental cuando un equipo de voley playa va a competir fuera de su entorno habitual.

Los diferentes elementos climáticos pueden afectar notablemente al rendimiento. La humedad, el viento, la temperatura, etc. pueden suponer una gran diferencia para los deportistas en competicion.

El caso de la selección islandesa en estos Juegos es un gran ejemplo de los problemas de aclimatación. Aunque ya hemos dicho que nuestro periodo de preparación, debido a las circunstancias del país y los jugadores, fue insuficiente (sólo un mes antes de la competición), uno de los problemas que más sufrimos fue el cambio de la temperatura fría de Islandia al calor de San Marino, 20 grados superior.

Dentro de nuestro plan de trabajo, incorporamos la participación en una competición en Barcelona, con un clima más similar al que nos íbamos a encontrar posteriormente. Durante tres días, pudimos trabajar en un entorno parecido al de los Juegos.

Competición:

A pesar del trabajo realizado y de breve periodo de adaptación en Barcelona una vez en San Marino, nuestros jugadores se encontraron con muchísimas dificultades para resistir los 30 grados de media en los que disputamos la mayoría de nuestros partidos. Uno de los aspectos que más limitaban a nuestros equipos durante la competición era la sensación de asfixia entre puntos.

Voley playa (2)

El desgaste físico, la sudoración, la deshidratación, etc. eran mucho mayores que en Islandia y los cuerpos de nuestros jugadores no estaban verdaderamente preparados para responder ante estas amenazas y, especialmente las chicas, los sufrieron de cara a los últimos partidos del campeonato. Aunque estamos satisfechos con el rendimiento y los resultados dadas nuestras condiciones de preparación, estamos seguros que con una mejor aclimatación, hubiéramos resultado mucho más competitivos.

Aunque nuestro caso es realmente extremo, en un deporte tan exigente como pueda ser el voley playa la adaptación al entorno de la competición es un aspecto fundamental a la hora de obtener resultados en el juego. El periodo de aclimatación de nuestros equipos antes de una competición importante no fue el idóneo para nuestro proyecto o para ningún programa que se precie, pero muchas veces las circunstancias (económicas, jugadores no profesionales, periodo corto de preparación, etc.), obligan a que esta aclimatación no se convierta en una prioridad dentro de la planificación y, en algunas ocasiones, este es un error que puede tenera consecuencias imprevistas e indeseadas.


Y con esta entrada, nos despedimos por una temporada. Nos vamos de vacaciones durante unos meses, pero volveremos con nuevos post de voleibol.

¡Hasta pronto a todos!

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