Visión periférica y comunicación en voley playa

_DSC9028Prácticamente comenzamos la temporada de voley playa y pensamos que la mejor manera de darle la bienvenida es dedicarle el post de esta semana.

Hemos querido dar una continuidad a nuestro anterior post sobre la visión periférica en el voleibol aunque trasladando esta vez el tema hacia la playa, pues consideramos que si para la pista la visión periférica es importante, en voley playa será aun más determinante.

Al igual que ocurre en voleibol, al jugar a voley playa, el deportista se ve en la necesidad percibir el movimiento del balón, del compañero y del rival en cada jugada. En algunas ocasiones, la percepción de estos elementos será mediante una visualización directa pero, en otras, será un trabajo claro de visión periférica.

En los momentos previos al contacto del balón el jugador debe centrar su atención (visión focal) en el vuelo del mismo para ejecutar una técnica correcta. Esto implica que justo antes de recibir, colocar o atacar la visualización del elemento móvil sea constante para una mejor coordinación oculo-manual.

Ahora bien, mientras con la visión focal se sigue el balón, gracias a la visión periférica se podrán seguir los movimientos que se producen alrededor sin necesidad de cambios de orientación de los ojos o la cabeza por parte del jugador. Como bien decíamos en el post anterior, la visión periférica es una habilidad entrenable que ayuda al jugador a recabar información del entorno que puede favorecer a sus acciones.

En el voley playa, a diferencia de la pista, el terreno de juego lo forma un cuadrado de 8×8 metros que debe ser defendido por dos jugadores. Esto hace que la superficie de juego a abarcar sea mucho mayor que en la pista y por tanto la visualización y comunicación entre parejas un trabajo importante durante los entrenamientos para el éxito del equipo.

En la construcción de la acción desde el servicio rival, el jugador que recibe el saque visualiza el vuelo del balón desde el momento que sale de la mano del sacador hasta el 24 - 04 WT (6)contacto con sus antebrazos; tras la acción técnica, visualizará la situación en espera del equipo rival para obtener una primera idea de la posición de partida, en ese momento puede comunicar a su compañero el tipo de balón que quiere: “detrás”, “abierto”, etc. para facilitar la coordinación recepción-colocación.

El jugador que realiza el segundo toque también deberá visualizar y calcular el movimiento y caída de balón para realizar correctamente la técnica de colocación, tras la cual observa y analiza el campo rival e informa a su compañero de la zona libre para el ataque.

Durante el vuelo del balón en la colocación, nuevamente el atacante focaliza su atención en el balón, siendo su visión periférica la que le ayudará a verificar la información dada por su compañero y así culminar la acción de manera positiva.

En el caso de la defensa, sin embargo, se presta mayor atención a la visualización de los gestos del rival previo al contacto y no tanto al seguimiento de la pelota, pues en ellos podemos aprender tendencias del juego que nos ayuden a anticipar la acción que llevará a cabo y permitiendo así paliar el déficit de tiempo existente en el contexto del juego. Inmediatamente después del golpeo, ambos jugadores volverán a centrar su atención en el balón, para reconstruir una secuencia similar a la que ocurre tras la recepción del saque.

A continuación, volvemos a ofreceros una sencilla propuesta de progresión de ejercicios de visualización. Algunos de ellos ya los vimos en el post anterior y ahora son adaptados al voley playa y otros de ellos son específicamente trabajados en este deporte. Al igual que os comentábamos anteriormente, es importante que no se evolucione hacia algo complejo antes de que los conocimientos estén bien asentados, prestando especial atención a no perder de vista el balón cuando aun no se ha realizado el gesto técnico.

EJERCICIO 1: Este primer ejercicio consiste en realizar un autopase de dedos y un pase al compañero. Entre ambos toques, el compañero mostrará un número con una mano que el jugador deberá percibir y decir correctamente. Para aumentar la dificultad, se pueden indicar números con ambas manos.

EJERCICIO 2: Una evolución que os proponemos es evolucionar hacia tres toques consecutivos y visualizar y decir el número antes del ataque al compañero.

EJERCICIO 3: Con jugadores con algo más de control de balón tenemos la opción de realizar en el calentamiento un ejercicio de ataque y defensa normal con el inconveniente que los jugadores tras la colocación realizan pequeños movimientos laterales que deben ser vistos por el atacante.

EJERCICIO 4: Entrando en el juego en parejas, el entrenador lanza un balón fácil a una pareja. Tras la recepción del primer toque el jugador que lo realiza dice el número que le indica el entrenador. Su compañero, a continuación, tras el pase de colocación debe decir un segundo número que mostrará el entrenador.

EJERCICIO 5: Por último, y siguiendo con el juego en parejas, el entrenador saca sobre los dos jugadores de forma que tras la colocación se desplazará para uno u otro lado del campo. Los jugadores deben visualizar y comunicar la situación del entrenador y atacar hacia el lado donde no se encuentre. En estos casos no buscamos un toque perfecto, sino simplemente mandar el balón a la zona contraria a la del entrenador.

Y si estos ejercicios os parecen interesantes, os recomendamos nuestro libro sobre técnica y entrenamiento en voley playa, donde encontraréis muchos más ejemplos y más ideas sobre como desarrollar este y otros aspectos fundamentales.

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