Continuando con los post sobre la cobertura del ataque (Cobertura 1 y cobertura 2) y la dificultad de su desarrollo en los entrenamientos, hoy os expondremos una situación que se da con mucha frecuencia en el voleibol y que también es conveniente preparar y automatizar mediante con nuestros equipos.
Un recurso en atacantes ya experimentados ante situaciones no favorables y con poca probabilidad de éxito frente al bloqueo y defensa rival es el de «apoyar» el balón en las manos del bloqueador contrario para que éste vuelva al propio campo y pueda ser defendido para reconstruir la jugada con mayores posibilidades.
Estos jugadores, tras la caída del salto, deben tener la capacidad de realizar una transición y prepararse para una nueva batida de ataque y estar disponible para la ofensiva, de manera que el colocador disponga de las mismas opciones que en la situación inicial. Sin embargo es normal que en jugadores noveles aun no se posean estos automatismos en los movimientos de transición.
Con el siguiente ejercicio, buscamos una situación de cobertura del ataque que obligue al rematador a realizar una nueva transición hacia una nueva situación de ataque.
El ejercicio se inicia a partir de una recepción. Tras ella, el colocador envía el balón hacia uno de los atacantes, que realizará una finta sobre el propio campo. Los compañeros , que han acudido a la cobertura, deben defender el balón y construir una nueva jugada que se culminará con un ataque hacia el campo contrario.
Os ofrecemos dos variantes diferentes en el vídeo: una con y otra sin oposición. En la última, sólo se realiza la finta en la primera acción, pero el juego continúa de manera habitual hasta que uno de los equipos consigue el punto.
Con respecto a estos ejercicios, es importante que todos los atacantes, tras el apoyo, realicen la transición hacia el ataque, ya que el colocador puede enviar el balón a cualquiera de ellos. Sin embargo, en algunas ocasiones, por las circunstancias del juego, algunos atacantes pueden no estar disponibles para la segunda ofensiva. En estos casos, es importante que exista una buena comunicación con el colocador, que debe saber qué jugadores sí están preparados para un nuevo ataque.
Por último volvemos a recordaros la importancia de los automatismos y actitud en el juego, pues es la clave en cualquier sistema de cobertura del ataque que queramos plantear en nuestros equipos. Esperamos que os hayan servido estas ideas de ejercicios para trabajar la cobertura del ataque y que podáis llevarlas a cabo en vuestros entrenamientos.
Un saludo a todos los voleiboleros. Esperamos vuestros comentarios.