En el post de esta semana volveremos a hablar de un material que ya utilizamos en la entrada anterior (una simple goma elástica), aunque en esta ocasión le daremos un uso diferente.
Es muy frecuente en los jugadores más jóvenes que, dada su inexperiencia, en lugar de mantener una posición preparatoria con los brazos semiflexionados y ligeramente por delante del cuerpo, permanezcan con las manos ya unidas desde muy pronto, lo que dificulta notablemente los desplazamientos, al tiempo que perjudica a la hora de realizar toques cuando el balón no se dirige directamente hacia los brazos del jugador (toques altos, toques laterales, etc.).