Salvo en el más alto nivel, donde la disponibilidad horaria y la dedicación de jugadores y cuerpo técnico lo permiten, en muchas ocasiones nos encontramos con la dificultad de incorporar el trabajo físico en la preparación de nuestros equipos. En estos casos donde nos vemos limitados por el tiempo debemos buscar ciertos recursos para aprovechar al máximo nuestras posibilidades. Como es lógico, el trabajo técnico y táctico es primordial en cualquier modalidad deportiva, por lo que la forma de incorporar otros aspectos del entrenamiento es a través de la integración con estos dos elementos.

En este post vamos a hablar de una forma divertida de combinar un trabajo de fuerza y equilibrio a través de ejercicios de técnica de antebrazos.

Los ejercicios que vamos a proponer está planteados para jugadores con un nivel medio o avanzado, con un control técnico suficiente para poder ejecutar una acción de forma correcta en una situación de cierta complejidad. No resultan apropiados para jugadores cuyo nivel sea bajo, pues no serán capaces de realizar el trabajo técnico de manera adecuada.

Para estos ejercicios vamos a utilizar balones gigantes (o fitballs). Es importante que tengamos en cuenta el tamaño de los mismos, para que se ajusten a la altura y peso de los jugadores.

1. En el primer ejercicio trabajamos por parejas. Un jugador se coloca de rodillas encima del fitball mientras que el otro se sitúa frente a él. Éste lanzará el balón de manera sencilla hacia su compañero en el fitball, que realizará un golpeo de antebrazos de vuelta hacia el lanzador tratando de mantener el equilibrio mediante el trabajo con los músculos de las piernas y el core.
2. En el segundo ejercicio cada jugador trabaja de manera individual. Se sitúa de rodillas en el fitball y frente a una pared. Comenzando con un lanzamiento, realizará el máximo número de golpeos de antebrazos simultáneos contra la pared sin perder el equilibrio. Este segundo ejercicio resulta un poco más complejo que el anterior.

Aunque hemos planteado esta serie de ejercicios como una posibilidad para aquellos equipos menos profesionales y con limitaciones en las horas de entrenamiento, también podemos utilizarlos en equipos profesionales, ya sea a modo de calentamiento o como parte de un trabajo técnico.

Esta es una de las muchas posibilidades de que disponemos para realizar un entrenamiento integrando diferentes elementos. En esta ocasión, hemos utilizado el toque de antebrazos y el trabajo de fuerza y equilibrio; sin embargo, hay muchas opciones posibles. Aunque iremos publicando nuevas entradas sobre este tema, nos gustaría que compartierais con nosotros vuestras propuestas e ideas.

Hasta el próximo post. ¡Seguid disfrutando del mundo del voley!